Hasta hace poco las acciones de formación elearning se basaban en cursos confeccionados como “pasa-página”. Es decir, el alumno iba navegando de secuencia en secuencia sin ningún tipo de interactuación y, sobre todo, sin motivación para que aprender fuera más sencillo.

Ahora vivimos en la época de la información. Todos queremos estar informados para tomar las mejores decisiones y, a nivel profesional,este punto es más importante. Una decisión sin la información suficiente, puede suponer un gran perjuicio para el negocio. Por ello, la formación está siendo cada vez más específica y más centrada en resolver problemas reales del día a día de los trabajadores.

El contenido es la piedra filosofal

Cada vez más, los alumnos y, por tanto, nuestros clientes, los departamentos de formación, solicitan nuevos recursos y herramientas para aprender más, mejor y de una forma más efectiva.

Aunque parece un trabajo muy complejo, lo más importante es ofrecer un contenido de gran calidad y de alto impacto. Un contenido que ya no tiene porqué ser uno de esos cursos que decíamos. Lo mejor es que podemos adaptar el contenido a diferentes formatos.

¿Qué hay que tener en cuenta para adaptar el contenido?

A la hora de adaptar el contenido a cualquier formato es muy importante cumplir estos 3 objetivos básicos:

  1. Captar: Debe ser un imán para que lleguemos al mayor número de personas posible y, sobre todo, para que quieran quedarse.
  2. Convertir: Convertir a estos usuarios en verdaderos apasionados del contenido que creamos para que además de aprender, estén conectados a nuestro contenido nuevo.
  3. Fidelizar: Hacer que los usuarios lleguen más lejos. Es decir, no únicamente se trata de que accedan a cursos o que hablen positivamente del contenido. Se trata de evangelizar.

Al final todo se trata de pensar qué necesitan los alumnos, adelantarnos a esas necesidades y, por supuesto, cómo podemos ayudarle a solucionar sus problemas antes incluso de que sean conscientes. Así que debemos encontrar un formato atractivo, para que pueda llamar su atención la parte visual y, por otra, lograr que sea muy práctico para su día a día.

Ejemplos de contenidos adaptados

Veamos algunos formatos que han demostrado ser de gran utilidad:

eBook

Podemos recopilar información de un curso y crear un ebook dividiéndolo por cada uno de los capítulos del curso. Un libro electrónico con las nociones básicas de los procesos más interesantes del curso. Se puede incluir como un descargable al finalizar el curso o enviarse a los alumnos cuando terminen la formación. Es una buena manera de refrescar el contenido.

 

El contenido estará muy orientado a que los alumnos dispongan de la información que más les interesan para seguir ofreciéndoles lo que buscan.

Vídeos

Los vídeos son una herramienta excepcional, ya lo hemos comentado en muchas ocasiones. Existen tantas ideas y opciones como se nos puedan ocurrir. Si estamos hablando de un curso de procesos, podríamos crear una serie de píldoras con información muy detallada, que contenga un resumen con las partes más importantes del proceso.

Pero también podemos crear contenido nuevo. Es decir, podemos realizar entrevistas a tutores y profesores expertos que hayan contribuido al curso con su contenido. De manera que expliquen los aspectos más importantes o incluso que amplíen información según lo que hayan demandado los alumnos.

Infografías

Si una imagen vale más que mil palabras, una infografía tiene que valer muchísimo más. Añadir un resumen del contenido a modo de infografía siempre convierte el contenido en algo más digerible, algo más sencillo de comprender y que aumenta el valor de la comunicación. Además, las infografías son una herramienta perfecta para resumir de una forma muy visual datos, cifras e información muy concisa. Es uno de los formatos más utilizados en Internet.

Emisiones en streaming

Es una de las herramientas más potentes de las que disponemos actualmente. Nos permite cumplir muchos de los objetivos en muchos campos de la comunicación y la formación, pero después de un curso, una emisión en streaming puede ser una gran acción para ayudar a los usuarios y alumnos a solucionar esas pequeñas dudas de última hora. Es decir, después de un curso de formación online pueden surgir dudas o comentarios que los usuarios quieran aclarar, mediante una retransmisión en streaming, podemos proporcionarles un espacio único para llegar a conectar más y mejor y solucionar todos esos escollos.

La gamificación al poder

Entre todas las opciones, destaca la gamificación. Es una herramienta tan potente que, además de servirnos como una fuente inagotable de formación, con contenidos interactivos y atractivos para los usuarios, también funciona de manera excelente a modo de resumen. Es decir, los usuarios podrán refrescar el contenido que ya han aprendido de otra forma y desde otra perspectiva. En muchas ocasiones, la gamificación suele acarrear preguntas y respuestas desde un punto de vista más divertido, que permiten tantear el conocimiento de los usuarios en cuanto a una temática.